“La sostenibilidad del planeta no es moda, es supervivencia”, dice el famoso arquitecto inglés Norman Foster, premio Príncipe de Asturias de las Artes 2009.
Ha quedado demostrada la insostenibilidad del sistema capitalista, con su ambición y sus derroches, y las continuas agresiones a la naturaleza. Valgan los ejemplos de la gran crisis económica, y de los terribles efectos del cambio climático, que está afectando al mundo entero con fenómenos atmosféricos de gran magnitud y baja frecuencia, que sin embargo en estos últimos años parecen habituales o normales.
El gran árbitro del mundo según Bush se ha convertido en el país origen de un crack aún más grave que en Europa. ¡Inaudito!
La naturaleza se revela en este extremo meridional de Europa, porque se ha salvado de la especulación salvaje y pretende su perpetuación. La Reserva de la Biosfera, el Parque Natural del Estrecho es el centro del universo, el encuentro entre países, continentes, mares, océanos. Aquí se produce el mejor espectáculo del mundo: el avistamiento de siete diferentes especies de cetáceos en tan poco tiempo, como el que se necesita para hacer un recado.
El medio marino se caracteriza por ser gigantesco, tridimensional y extraordinariamente dinámico. La conservación de los mares es la única escapatoria a la sobreexplotación de las tierras.
La biodiversidad no puede seguir reñida con el desarrollo socioeconómico. Hay que armonizar las necesidades de los individuos con las necesidades de la naturaleza, porque ponerse en contra, llevarle la contraria a la naturaleza significa la muerte de todo el planeta.
El turismo como fuente de riqueza y desarrollo, debe promoverse como el uso racional y la explotación equilibrada de los recursos naturales y culturales, combinando la obtención de beneficios económicos con la adecuada conservación de los ecosistemas involucrados, de modo que se eviten los impactos culturales, sociales y ambientales de tipo negativo a través del tiempo.Debemos aprovechar los recursos naturales y culturales potenciando formas alternativas o complementarias con las ofertas tradicionales, que deben ser desarrolladas de forma ordenada, y respetando la capacidad de carga de los espacios naturales, así como respetando los recursos culturales.
Las enfermedades del planeta no se curan sin soluciones globales. Ha quedado demostrado que el hacinamiento de los animales, la mala alimentación de éstos o el maltrato, producen males terribles para los seres humanos, que no respetan las fronteras, afectan a todo el planeta en tan sólo 2 días.
Vamos tan rápido como los virus, viajamos en aviones hacia la muerte, y nuestra actitud sigue siendo de uy! Que bien no me ha tocado. ¡Que siga el jolgorio! Las malas costumbres deben producir vergüenza si no se perpetúan.
Los animales sienten como nosotros cada agresión, aunque estén acostumbrados por una sistemática manera de tratarles, no dejan de llorar la pérdida de sus cachorros o la fiesta nacional organizada para su muerte.Es recomendable relacionarse y conocer al menos a los mamíferos, para comprender mejor al ser humano, y esto debe ser una premisa en la educación de las generaciones venideras.
Lourdes Isasa López
Presidenta de Whale Watch España
martes, 23 de junio de 2009
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