En Tarifa siempre decimos que es el barómetro del verano, y si es así, los avistadotes de ballenas estamos de suerte.
Con un tiempo primaveral espléndido, viento flojo de poniente por las mañanas, hemos visto pasar al menos tres rorcuales cerca de las costas españolas con gran admiración por su espectacular tamaño, y quedándose los pasajeros atónitos.
Los cachalotes con sus impresionantes colas han hecho las delicias de cientos de pasajeros llegados de todas partes: España, Europa, América y Asia, dado que así es el turismo ballenero en el Estrecho de Gibraltar.
Calderón común (ballena piloto)
Las familias de ballena piloto han compartido la atención de los visitantes con los inteligentes delfines mulares, y todos juntos han mostrado su curiosidad y ganas de comunicarse con los humanos. También los delfines comunes y listados formando grandes grupos y acompañados de sus cachorros han abordado las proas de nuestros barcos abriéndonos paso entre las olas.
El Estrecho de Gibraltar es indiscutiblemente el mejor sitio de Europa para ver cetáceos y eso hoy se sabe gracias al trabajo de nuestra asociación Whale Watch, que ya en 1996 se propuso como finalidad la protección y el avistamiento de cetáceos en la Península Ibérica.
Ese ser pionero costó muchos disgustos y sinsabores que hoy en día contrastan con el éxito de nuestra actividad. Al menos 50.000 personas embarcan cada año en Andalucía para ver cetáceos, siendo unos 30 barcos los que se dedican en mayor o menor medida a su búsqueda y disfrute.
Conocer a las ballenas y delfines en su propio medio deja una impronta imborrable en el avistador, conviertiéndose en una experiencia inolvidable.
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